Después de tanto correr, de jugar y de pasar el calor en el agua, hay algunos que llegan a sentarse a comer como con cara de dragones hambrientos. Pero los rugidos se cambian por silencio cuando frente a ellos llega fragante un plato de pasta con pesto de la casa. ¡Sólo se escuchan los cubiertos!
Es la mejor forma de sacarle provecho a la albahaca fresca que encontramos en todas partes durante le verano, aunque, si congelamos una buena cosecha de hojas, lo podemos disfrutar también el resto del año. Un purista podrÃa enojarse con esta receta, pero ha ido mutando en nuestra casa hasta alcanzar el grado de perfección en que nos gusta a todos y se ve más o menos asÃ:
¿Te dio hambre? ¡Entonces hazlo tú también! La receta es facilÃsima y rápida, se hace mientras la pasta se cuece en agua. La puedes encontrar después del salto
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