Ésta es una de esas cosas que son felicidad en un frasco. Si uno está almorzando solo, si la comida está aburrida, si el pan está tibio, incluso si estamos tristes, una buena cucharada va a mejorarlo todo. El gusto delicioso llena todas las esquinas y completa cualquier cosa, como un rayo de sol den una cuchara. El chutney de tomates es la mejor pasta, combina con casi cualquier comida, es prima hermana del ketchup, pero más linda y simple de hacer. Este fin de semana hicimos una tanda para un almuerzo de sandwiches. Junto con los champiñones salteados y la cebolla acaramelada fueron los mejores amigos de quesos y jamones.
Quedó un poco y no me puedo resistir de comerlo a cualquier hora, con pan tostado, papas, queso y también carnes. Se supone que lo podemos guardar hasta tres semanas en el refrigerador sin problemas, pero dudo que quede algo en el frasco a esas alturas... ¿Quieren saber cómo se hace?