¡Bienvenido el invierno! Con crema amarilla tibia en una copita linda. ¡Qué recuerdos! Una de mis abuelitas hacía mucho merengues, de todo tipo. Por eso siempre tenía yemas de huevo en el refrigerador. Y cuando quería hacernos algo calentito, rico y rápido nos daba crema amarilla en un vasito para tomarla. Uno se relamía los bigotes al terminar de saborear la vainilla del último trago. El domingo le hice a mi papá y nos acordamos de ella, y mis niños quedaron locos con el menjunje.
La receta después del salto--->
Crema Amarilla
Batimos las yemas que tengamos con
1 cucharada de té de azúcar rubia y apenas una punta de cucharadita de maicena por yema.
Cuando esté bien mezclado añadimos 1/2 taza de leche por yema, después agregamos vainilla a gusto, ojalá bastante.
Lo llevamos a hervor en una olla a fuego bajo, siempre revolviendo bien el fondo.
A penas tenga cara de hervir apagamos el fuego y revolvemos hasta que se entibie, para que espese sin hacer grumos.
Servimos en vasitos para disfrutar.
2 comentarios
Hola Tere, voy a guardar la receta para nuestro invierno :)
ResponderBorrarGRACIAS.
Qué rico se ve!!! Quiero hacerlo, se ve simple. Hace tiempo que no visitaba el blog, está lindo como siempre. Saludos! Dani :)
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